Como en toda sociedad, la literatura cambia, crece y evoluciona ajustándose a los tiempos y a su público. Por ello, en este ensayo expondré y caracterizaré la evolución de la lírica peninsular primitiva. Las jarchas, las cantigas y la poesía de la Edad Media, dieron paso al nacimiento de lo que hoy se conoce como la “literatura española”.
Las jarchas fueron las primeras manifestaciones españolas, escritas en el siglo X y XI. Estos testimonios escritos, recitados acompañados de música, terminan con una forma de poesía llamada muwashshah. Las jarchas mozárabes, del siglo IX al siglo XI, son poemas escritos en árabe culto por poetas árabes. Usualmente, estas jarchas eran redactadas para que las recitara una mujer para su amado. La diferencia entre las jarchas y las muwashshahs es que las muwashshahs estaban escritas en árabe y las jarchas estaban escritas en mozárabe, un dialecto romance hablado por los cristianos.
Según los musulmanes del al-Ándalus, cualquier habla de origen latino era un “aljamiado”. En la literatura, cualquier escrito en “aljamiado” con caracteres árabes forma parte de la literatura aljamiada. Para efectos de este ensayo, “aljamiado” será el castellano escrito con caracteres árabes. Un ejemplo de un texto aljamiado es el Poema de Yussuf, escrito por un autor anónimo del siglo XIII. En el extracto que se nos presenta en la Antología de lecturas de la clase[1], el autor está exaltando y alabando el nombre y los poderes de ad-Allah. Si un árabe fuera a transliterar el texto a su idioma, encontraría un mensaje que no hace sentido, debido a que es un texto aljamiado.
Las cantigas gallego-portuguesas del siglo XIII se dividen en tres “géneros”: las cantigas de amor, las cantigas de amigo y las cantigas de escarnio o maldecir. Las cantigas de amor tratan de amores corteses que no se corresponden. Las cantigas de amigo eran recitadas por mujeres a sus madres o amigas. En ellas, extrañaban o celebraban los encuentros con su amigo. La naturaleza domina el entorno de estas cantigas, aunque el mar domina la mayoría de las veces. Y, por último, las cantigas de escarnio se pueden considerar como un “bullying poético”[2], ya que “…son aquelas que os trobadores fazen, querendo dizer mal dalguen, en dizen-lho per palavras encubertas que ajan dous entendimentos, pera lhe-lo non entenderen ligeiramente”[3]. Si fuéramos a comparar este tipo de cantigas con algún texto moderno, lo que mejor le compararía sería el reguetón[4]. En algunas líricas de reguetoneros se puede reconocer la lucha o discrepancia entre artistas, entre clases sociales o entre situaciones de polos puestos; como se puede apreciar en los Denuestos del agua y el vino.
En el mester de clerecía se hablaba sobre temas religiosos -en forma de propaganda, entre ellos, los Milagros de Nuestra Señora, escritos por Gonzalo de Berceo, el primer poeta de nombre conocido. En estos mesteres, se podía apreciar la hagiografía, que es la vida de los santos. Por otro lado, en el mester de juglaría, los juglares divulgaban hechos importantes que merecían exposición. Los juglares peregrinaban recitando y cantando relatos de varias índoles, acompañándolos de instrumentos musicales. Un ejemplo de ello los son los cantares de gesta, poemas de carácter heroico.
Por último, tenemos a la poesía épica, que se redactaba para dar cuenta de sucesos importantes de manera narrativa y resaltar a un héroe, como en el Poema del Mio Cid.
El manuscrito del Poema del Mio Cid, primer poema épico y primera manifestación literaria en castellano, fue publicado en 1779, por Tomás Antonio Sánchez, en su primer volumen de la Colección de poesías castellanas anteriores del siglo XV[5]. Se dice que Per Abbat compuso el poema para el año 1140[6], que el personaje Mio Cid Ruy Díaz el Campeador de Vivar vivió en el siglo XI, y que fue juglar del Rey Alfonso VI.
El poema del Cid es una obra de propaganda. La propaganda es una actividad en la que se da a conocer algo a la vez que se intenta convencer a un público. En el Poema del Mio Cid se puede apreciar propaganda, tanto política y de guerra, como social-cultural.
En el aspecto de la propaganda política y de guerra, tenemos varias escenas de batallas, donde el Cid lucha para cumplir unos propósitos, entre ellos, mantener la gracia del rey[7]. La escena de las líneas 715 a la 753 del Poema, narra cómo los caballeros salen a la batalla, se habla un poco lo que está sucediendo entre ellos y los rivales, y, por último, describe cómo Minaya, un caballero a quien le mataron su caballo e iba atacando “a pie”, logra cortar en dos al jinete original de su nuevo caballo. Con esta escena se vende la idea de que uno puede ser igual de valiente que Minaya y el Mio Cid si uno se lo propone, actúa como si dominara la escena y nunca deja que algo innecesario le domine; por ello, incentivando a los hombres a unirse a la milicia o caballería. Aunque es una escena de batalla, se entrelaza con la propaganda política porque los caballeros batallaban por las tierras, nombres y honores de sus reyes.
La propaganda social-cultural, y política, se puede apreciar en las líneas 3,719 a la 3,725, donde se narra el casamiento de las hijas del Cid con los parientes de los reyes de España, los infantes de Navarra y Aragón[8]. Aunque nunca se llegaron a dar los matrimonios debido a la corta edad de las hijas del Cid, cuyos verdaderos nombres fueron Cristina y María y no Elvira y Sol[9], este evento es de suma importancia social. La unión de las hijas de un caballero, en este caso, del Cid, con hombres de la nobleza, le daba un nuevo prestigio a la familia de menor posición social.
Otro aspecto característico de este poema épico es su lenguaje. El Poema tiene un lenguaje épico, como es de esperarse, que brinca de un punto de vista a otro, cambiando los tiempos verbales de la narración. También, hay una variación entre la narración y el discurso directo, que, junto a los cambios de los tiempos verbales, evitan la monotonía. Además, se puede apreciar una magnificación y apodificación de los personajes, lo que los hace únicos e inolvidables. Por último, la organización sintáctica de las palabras, la omisión de algunas palabras, las repeticiones, entre otros factores, hacen la lectura del Poema una complicada, elaborada y sofisticada, requiriendo un nivel de atención y sofisticación mayor de parte del lector[10].
Que el Poema del Mio Cid sea el primer poema épico de la historia y la primera manifestación literaria en castellano con una propaganda política “subconsciente” activa, muestra el alto nivel de actividad intelectual de los antiguos literarios de la literatura española. Su trasfondo histórico, las jarchas y las cantigas, le brindaron el espacio para un desarrollo político-cultural que incluyera todos los temas tratados en los estilos literarios anteriores. Con el Poema del Mio Cid podemos concluir el inicio de la trayectoria de la literatura española.
Referencias:
Acevedo, F. (n.d.). Antología de lecturas, ESPA 3211, Introducción a la literatura española (Medioevo al Renacimiento). (págs. 14-19)
Alborg, J.L. (1970). Historia de la Literatura Española, Edad Media y Renacimiento. Madrid, Editorial Gredos.
Alborg, J.L. (1970). Historia de la Literatura Española, Edad Media y Renacimiento. (capítulo primero, págs. 38-41, 54-78)
Canzoniere de Colocci-Brancutti, Ed. E. Molteni, Halle, 1880, p. 3.
El Mester de Juglaría. (n.d.) Recuperado el 12 de marzo de 2016 de http://roble.pntic.mec.es/msanto1/lengua/1juglar.htm
Jarchas.net. (n.d.) Recuperado el 12 de marzo de 2016 de http://www.jarchas.net/
La lengua y la literatura en tiempos de Alfonso X: actas del Congreso Internacional: Murcia, 5-10 marzo 1984. (p. 450)
La literatura aljamiada (n.d.) Recuperado el 12 de marzo de 2016 de http://www.musulmanesandaluces.org/hemeroteca/54/la_literatura_aljamiada.htm
Las cantigas galaico-portuguesas (n.d.) Recuperado el 12 de marzo de 2016 de https://sites.google.com/site/informaticade4btrabajos/home/las-cantigas-galaico- portuguesas
“mozárabe”. Word Reference. (2016) http://dle.rae.es/?w=moz%C3%A1rabe (12 de marzo de 2016)
Poemas del Alma. (n.d.) Recuperado el 12 de marzo de 2016 de http://www.poemas-del- alma.com/jarchas-mozarabes.htm
“propaganda”. Word Reference. (2016). http://www.wordreference.com/definicion/propaganda (12 de marzo de 2016)
Notas al calce:
[1]Acevedo, F. (n.d.) Antología de lecturas, ESPA 3211, Introducción a la literatura española (Medioevo al Renacimiento) (p. 13)
[2] Comentado en clase por el profesor Freddy Álvarez
[3] Canzoniere de Colocci-Brancutti, Ed. E. Molteni, Halle, 1880, p. 3. / La lengua y la literatura en tiempos de Alfonso X: actas del Congreso Internacional: Murcia, 5-10 marzo 1984. (p. 450)
[4] Como discutido en clase
[5] Alborg, J.L. (1970) Historia de la Literatura Española, Edad Media y Renacimiento. (p 54).
[6] Alborg, J.L. (1970) Historia de la Literatura Española, Edad Media y Renacimiento. (p 55).
[7] Acevedo, F. (n.d.) Antología de lecturas, ESPA 3211, Introducción a la literatura española (Medioevo al Renacimiento) (p. 17)
[8] Acevedo, F. (n.d.) Antología de lecturas, ESPA 3211, Introducción a la literatura española (Medioevo al Renacimiento) (p. 19)
[9] Alborg, J.L. (1970) Historia de la Literatura Española, Edad Media y Renacimiento. (p 58).
[10] Alborg, J.L. (1970) Historia de la Literatura Española, Edad Media y Renacimiento. (p 73-77).
Las jarchas fueron las primeras manifestaciones españolas, escritas en el siglo X y XI. Estos testimonios escritos, recitados acompañados de música, terminan con una forma de poesía llamada muwashshah. Las jarchas mozárabes, del siglo IX al siglo XI, son poemas escritos en árabe culto por poetas árabes. Usualmente, estas jarchas eran redactadas para que las recitara una mujer para su amado. La diferencia entre las jarchas y las muwashshahs es que las muwashshahs estaban escritas en árabe y las jarchas estaban escritas en mozárabe, un dialecto romance hablado por los cristianos.
Según los musulmanes del al-Ándalus, cualquier habla de origen latino era un “aljamiado”. En la literatura, cualquier escrito en “aljamiado” con caracteres árabes forma parte de la literatura aljamiada. Para efectos de este ensayo, “aljamiado” será el castellano escrito con caracteres árabes. Un ejemplo de un texto aljamiado es el Poema de Yussuf, escrito por un autor anónimo del siglo XIII. En el extracto que se nos presenta en la Antología de lecturas de la clase[1], el autor está exaltando y alabando el nombre y los poderes de ad-Allah. Si un árabe fuera a transliterar el texto a su idioma, encontraría un mensaje que no hace sentido, debido a que es un texto aljamiado.
Las cantigas gallego-portuguesas del siglo XIII se dividen en tres “géneros”: las cantigas de amor, las cantigas de amigo y las cantigas de escarnio o maldecir. Las cantigas de amor tratan de amores corteses que no se corresponden. Las cantigas de amigo eran recitadas por mujeres a sus madres o amigas. En ellas, extrañaban o celebraban los encuentros con su amigo. La naturaleza domina el entorno de estas cantigas, aunque el mar domina la mayoría de las veces. Y, por último, las cantigas de escarnio se pueden considerar como un “bullying poético”[2], ya que “…son aquelas que os trobadores fazen, querendo dizer mal dalguen, en dizen-lho per palavras encubertas que ajan dous entendimentos, pera lhe-lo non entenderen ligeiramente”[3]. Si fuéramos a comparar este tipo de cantigas con algún texto moderno, lo que mejor le compararía sería el reguetón[4]. En algunas líricas de reguetoneros se puede reconocer la lucha o discrepancia entre artistas, entre clases sociales o entre situaciones de polos puestos; como se puede apreciar en los Denuestos del agua y el vino.
En el mester de clerecía se hablaba sobre temas religiosos -en forma de propaganda, entre ellos, los Milagros de Nuestra Señora, escritos por Gonzalo de Berceo, el primer poeta de nombre conocido. En estos mesteres, se podía apreciar la hagiografía, que es la vida de los santos. Por otro lado, en el mester de juglaría, los juglares divulgaban hechos importantes que merecían exposición. Los juglares peregrinaban recitando y cantando relatos de varias índoles, acompañándolos de instrumentos musicales. Un ejemplo de ello los son los cantares de gesta, poemas de carácter heroico.
Por último, tenemos a la poesía épica, que se redactaba para dar cuenta de sucesos importantes de manera narrativa y resaltar a un héroe, como en el Poema del Mio Cid.
El manuscrito del Poema del Mio Cid, primer poema épico y primera manifestación literaria en castellano, fue publicado en 1779, por Tomás Antonio Sánchez, en su primer volumen de la Colección de poesías castellanas anteriores del siglo XV[5]. Se dice que Per Abbat compuso el poema para el año 1140[6], que el personaje Mio Cid Ruy Díaz el Campeador de Vivar vivió en el siglo XI, y que fue juglar del Rey Alfonso VI.
El poema del Cid es una obra de propaganda. La propaganda es una actividad en la que se da a conocer algo a la vez que se intenta convencer a un público. En el Poema del Mio Cid se puede apreciar propaganda, tanto política y de guerra, como social-cultural.
En el aspecto de la propaganda política y de guerra, tenemos varias escenas de batallas, donde el Cid lucha para cumplir unos propósitos, entre ellos, mantener la gracia del rey[7]. La escena de las líneas 715 a la 753 del Poema, narra cómo los caballeros salen a la batalla, se habla un poco lo que está sucediendo entre ellos y los rivales, y, por último, describe cómo Minaya, un caballero a quien le mataron su caballo e iba atacando “a pie”, logra cortar en dos al jinete original de su nuevo caballo. Con esta escena se vende la idea de que uno puede ser igual de valiente que Minaya y el Mio Cid si uno se lo propone, actúa como si dominara la escena y nunca deja que algo innecesario le domine; por ello, incentivando a los hombres a unirse a la milicia o caballería. Aunque es una escena de batalla, se entrelaza con la propaganda política porque los caballeros batallaban por las tierras, nombres y honores de sus reyes.
La propaganda social-cultural, y política, se puede apreciar en las líneas 3,719 a la 3,725, donde se narra el casamiento de las hijas del Cid con los parientes de los reyes de España, los infantes de Navarra y Aragón[8]. Aunque nunca se llegaron a dar los matrimonios debido a la corta edad de las hijas del Cid, cuyos verdaderos nombres fueron Cristina y María y no Elvira y Sol[9], este evento es de suma importancia social. La unión de las hijas de un caballero, en este caso, del Cid, con hombres de la nobleza, le daba un nuevo prestigio a la familia de menor posición social.
Otro aspecto característico de este poema épico es su lenguaje. El Poema tiene un lenguaje épico, como es de esperarse, que brinca de un punto de vista a otro, cambiando los tiempos verbales de la narración. También, hay una variación entre la narración y el discurso directo, que, junto a los cambios de los tiempos verbales, evitan la monotonía. Además, se puede apreciar una magnificación y apodificación de los personajes, lo que los hace únicos e inolvidables. Por último, la organización sintáctica de las palabras, la omisión de algunas palabras, las repeticiones, entre otros factores, hacen la lectura del Poema una complicada, elaborada y sofisticada, requiriendo un nivel de atención y sofisticación mayor de parte del lector[10].
Que el Poema del Mio Cid sea el primer poema épico de la historia y la primera manifestación literaria en castellano con una propaganda política “subconsciente” activa, muestra el alto nivel de actividad intelectual de los antiguos literarios de la literatura española. Su trasfondo histórico, las jarchas y las cantigas, le brindaron el espacio para un desarrollo político-cultural que incluyera todos los temas tratados en los estilos literarios anteriores. Con el Poema del Mio Cid podemos concluir el inicio de la trayectoria de la literatura española.
Referencias:
Acevedo, F. (n.d.). Antología de lecturas, ESPA 3211, Introducción a la literatura española (Medioevo al Renacimiento). (págs. 14-19)
Alborg, J.L. (1970). Historia de la Literatura Española, Edad Media y Renacimiento. Madrid, Editorial Gredos.
Alborg, J.L. (1970). Historia de la Literatura Española, Edad Media y Renacimiento. (capítulo primero, págs. 38-41, 54-78)
Canzoniere de Colocci-Brancutti, Ed. E. Molteni, Halle, 1880, p. 3.
El Mester de Juglaría. (n.d.) Recuperado el 12 de marzo de 2016 de http://roble.pntic.mec.es/msanto1/lengua/1juglar.htm
Jarchas.net. (n.d.) Recuperado el 12 de marzo de 2016 de http://www.jarchas.net/
La lengua y la literatura en tiempos de Alfonso X: actas del Congreso Internacional: Murcia, 5-10 marzo 1984. (p. 450)
La literatura aljamiada (n.d.) Recuperado el 12 de marzo de 2016 de http://www.musulmanesandaluces.org/hemeroteca/54/la_literatura_aljamiada.htm
Las cantigas galaico-portuguesas (n.d.) Recuperado el 12 de marzo de 2016 de https://sites.google.com/site/informaticade4btrabajos/home/las-cantigas-galaico- portuguesas
“mozárabe”. Word Reference. (2016) http://dle.rae.es/?w=moz%C3%A1rabe (12 de marzo de 2016)
Poemas del Alma. (n.d.) Recuperado el 12 de marzo de 2016 de http://www.poemas-del- alma.com/jarchas-mozarabes.htm
“propaganda”. Word Reference. (2016). http://www.wordreference.com/definicion/propaganda (12 de marzo de 2016)
Notas al calce:
[1]Acevedo, F. (n.d.) Antología de lecturas, ESPA 3211, Introducción a la literatura española (Medioevo al Renacimiento) (p. 13)
[2] Comentado en clase por el profesor Freddy Álvarez
[3] Canzoniere de Colocci-Brancutti, Ed. E. Molteni, Halle, 1880, p. 3. / La lengua y la literatura en tiempos de Alfonso X: actas del Congreso Internacional: Murcia, 5-10 marzo 1984. (p. 450)
[4] Como discutido en clase
[5] Alborg, J.L. (1970) Historia de la Literatura Española, Edad Media y Renacimiento. (p 54).
[6] Alborg, J.L. (1970) Historia de la Literatura Española, Edad Media y Renacimiento. (p 55).
[7] Acevedo, F. (n.d.) Antología de lecturas, ESPA 3211, Introducción a la literatura española (Medioevo al Renacimiento) (p. 17)
[8] Acevedo, F. (n.d.) Antología de lecturas, ESPA 3211, Introducción a la literatura española (Medioevo al Renacimiento) (p. 19)
[9] Alborg, J.L. (1970) Historia de la Literatura Española, Edad Media y Renacimiento. (p 58).
[10] Alborg, J.L. (1970) Historia de la Literatura Española, Edad Media y Renacimiento. (p 73-77).