Introducción
La palabra ‘religión’ se refiere al credo y al conocimiento dogmático de una entidad divina. Las religiones monoteístas son esas religiones que solo creen en la existencia de un solo Dios, un ser supremo, esa entidad divina de la cual se tiene un conocimiento dogmático. El cristianismo no solo forma parte de las tres grandes religiones monoteístas del mundo, sino que, también es la más practicada entre ellas. En un estudio conducido por el Pew Forum Research Center en el 2012, el cristianismo era practicado, aproximadamente, por unos 2 200 millones de personas o un 31 % de la población del mundo.
El catolicismo forma parte del cristianismo, aunque difieren en temas y formas de creencias. El catolicismo fue la religión que Dios, a través de su hijo Jesús, dejó en la tierra para que la humanidad se salvara con la muerte y resurrección de su hijo. Actualmente hay 1 254 millones de católicos en el mundo, que representan un 17 7 % de la población mundial, (Anuario Pontificio, 2015). En Puerto Rico, hay un total de 2 498 443 católicos, un 67 % de la población, que se pueden dividir en cinco “grupos” o “tipos” de católicos: practicantes, nominales, no practicantes, recuperados o excatólicos.[1] Un católico practicante es aquel que asiste regularmente a misa; un nominal, a veces; el no practicante, nunca. Un católico recuperado es aquella persona que antes de practicar el catolicismo pertenecía a alguna otra religión, culto o creencia, o que practicaba el catolicismo, lo abandonó y eventualmente regresó a ella. Un excatólico, como dice la palabra, es aquella persona que practicaba el catolicismo y ahora pertenece a alguna otra religión, culto o creencia.
Objetivos
El objetivo de esta investigación monográfica es entender la religión de cultura y ver cómo los católicos se adaptan a ella. También, parte de los objetivos de este trabajo es que sea de interés a los periodistas, ya que, su trabajo es público (estado) al igual que la religión (Iglesia), y al momento de redactar sobre un acontecimiento religioso se podría entrar en conflicto con el aspecto público noticioso si se utilizan términos que puedan confundir e incomodar a las personas o sacar de contexto las situaciones. Como último objetivo está el enriquecimiento personal y profesional del lector debido a que es un análisis universitario sobre el conflicto entre estos poderes públicos, que, de alguna manera u otra, rigen el estilo de vida del ciudadano puertorriqueño.
Contenido
Según el Diccionario de la Real Academia Española, la religión de cultura es un conjunto de las manifestaciones en que se expresa la vida tradicional de un pueblo. Debido a que estaré estudiando la religión de cultura en Puerto Rico la definición se centrará en las manifestaciones y la vida tradicional religiosa del pueblo de Puerto Rico.
Nuestra constitución, la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, comienza y culmina sus exposiciones de manera religiosa, ya que lee en la tercera línea: “puesta nuestra confianza en Dios Todopoderoso” y lee en la penúltima línea: “del año de Nuestro Señor”, ambas alusiones al Dios del catolicismo, religión pasada a los habitantes de la isla por los españoles tras la conquista española en 1492. Aunque en el primer artículo de la constitución no se establece una separación de Iglesia y estado, en el segundo artículo sí se establece la Carta de Derechos, donde se afirma que no se impondrá ninguna religión ni ley sobre las religiones, para no violar la dignidad del ser humano. Estas declaraciones fueron expuestas por el profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Carlos Ramos, en una conferencia titulada “Separación de Iglesia y Estado”. El licenciado Ramos comentó en entrevista que algunas frases religiosas han perdido todo el sentido cristiano y se han vuelto en exclamaciones culturales que no tienen un significado en específico. Por ejemplo, en algunos segmentos del programa televisivo Raymond y sus amigos se utilizan frases como “Ay Virgen Santa”, “Señor…”, “Dios mío…” y “Ay bendito…”, haciendo alusiones al Dios del cristianismo, indistintamente de una religión monoteísta en específico. También en la vida cotidiana de la población, la frase más popular es el “Ay bendito”. El párroco Carlos Pérez, que también participó del conversatorio “Separación de Iglesia y Estado”, clasificó estas frases como traducciones seculares de las intuiciones religiosas. Los usos de estas frases seculares exponen la religión que los puertorriqueños tienen como pueblo, una religión de cultura.
Para entender cómo la religión de cultura influye en la vida de los puertorriqueños católicos entrevisté a siete personas: tres católicos nominales, un católico practicante, un católico no practicante, un excatólico y a un católico recuperado. A todos los sujetos se les realizó la misma entrevista, aunque en algunas conversaciones se añadieron o eliminaron preguntas debido a ciertas contestaciones o reacciones de los sujetos.[2] A continuación, los resultados y conclusiones de las entrevistas.
Todos los sujetos fueron nacidos y criados en hogares católicos, por ende, practicaron el catolicismo toda su niñez. Cuando fueron creciendo, fueron aprendiendo, preguntando y desarrollando su propio pensamiento crítico sobre la religión y tomaron las decisiones que los llevaron a ser el tipo de católico que son hoy.[3]
Algunos de los entrevistados compartieron sus perspectivas sobre el catolicismo, diciendo que lo veían como algo que era obligado, que no sabían lo que era, aunque mientras iban creciendo, iban aprendiendo más acerca de la religión católica También, veían el catolicismo como algo que no se podía cambiar y que se tenía que aceptar tal y como era. Tenían una perspectiva dogmática, lineal. En conclusión, en palabras del católico recuperado: “Era todo lo mismo, no tenía sentido”. Uno de los católicos nominales no pudo expresar en palabras su perspectiva actual del catolicismo, dejando ver que no tiene una perspectiva actual concreta. El sujeto no practicante comentó que el catolicismo siempre ha sido algo que admira desde lejos ya que cree que hay mucho nebuleo dentro de la religión. El excatólico dijo que nunca tuvo una perspectiva clara del catolicismo porque nunca se educó lo suficiente para saber lo que era el catolicismo en sí, pero que como quieras le falta por aprender sobre la religión.
Todos los entrevistados coincidieron en que con tan solo respetar al prójimo se sentían bien como persona y que pensaban estar cumpliendo con una de las filosofías básicas del catolicismo: amar al prójimo como a sí mismo. Ninguno identificó sus actos como algo que sale de sí por su catolicismo, sino porque se identifican como un buen ciudadano que vive para respetar y ser respetado. Sin embargo, en el caso del católico recuperado, el sujeto expresa un sentimiento de servicio más fuerte hacia la sociedad y su comunidad.
En cuanto a la asistencia a misa, los tres sujetos nominales reclamaron no asistir a misa debido a que “no tienen tiempo”, aunque uno de ellos afirmó que hace oraciones diarias. El sujeto no practicante, simplemente no asiste a misa. El excatólico asiste a misa porque su familia se lo exige y ella todavía no está al tanto del excatolicismo del sujeto ni las razones del por qué ya no le interesa practicar esta religión. El católico recuperado, quien se alejó dela Iglesia católica y se integró -por siete años- a una iglesia Discípulos de Cristo a sus 16 años de edad, asiste dominicalmente a misa. Llegó buscando nada –en la iglesia protestante-, y consiguió participar de una sociedad juvenil activa, pero como quieras había un vacío, algo que le faltaba, y en la Iglesia católica encontró eso que le faltaba. El católico practicante no necesariamente asiste semanalmente a misa, pero participa de la pastoral juvenil de distintas parroquias y comunidades católicas. El sujeto añadió que siempre ha participado del catolicismo y decidió que esa era la religión a la que quería pertenecer. La seguía –la religión católica- porque su familia la seguía, pero esa es la religión que le gusta y le hace sentir cómodo, aunque tiene cosas con las que no está de acuerdo, tiene más cosas con las que se identifica que con las que no.
Durante los últimos meses, se han estado discutiendo y aprobando medidas de gran significado cultural para la sociedad puertorriqueña. Entre ellas, el matrimonio entre personas del mismo sexo, que con ello trajo una medida que permite que tanto los niños como las niñas de las escuelas públicas de la Isla utilicen falda o pantalón como parte de su uniforme de la escuela, y la nueva cantidad de cannabis que se puede transportar por orden administrativa. Los siete entrevistados tuvieron algo que decir al respecto de estas nuevas medidas, creando argumentos sobre estas medidas tomando en cuenta sus creencias católicas y culturales.
En relación a la reducción de prioridad que se les dará a las personas que carguen 6 gramos de cannabis o menos, según orden ejecutiva, :el excatólico no tuvo comentarios, ya que no fuma y no está al tanto de la nueva orden; el católico no practicante comentó que cada persona es responsable de sí mismo; dos de los nominales coincidieron en que el cannabis no debería ser ilegal, ya que es algo natural, que salió de la tierra –argumentando que es creación de Dios- y dos de ellos coincidieron también en que el cannabis tiene usos medicinales que podrían ayudaría a aliviar la situación económica del país, sin embargo uno de los católicos nominales añadió que los efectos del alcohol en el ser humano es más dañino que los efectos del cannabis; el católico practicante y el recuperado coincidieron en que con el cannabis pasará el mismo que con el alcohol, que como el alcohol era ilegal, la gente lo consumía por capricho o llevar la contraria, que una vez se legalice –si es que se llegase a legalizar-, probablemente, la criminalidad y la tasa de consumo de cannabis reduzca.
Los sujetos entrevistados también reaccionaron en cuanto al nuevo cambio a la Constitución de los Estados Unidos y a la Constitución del Estado Libre Asociado, debido a que fue declarado inconstitucional negarle el matrimonio a personas del mismo sexo. “Es verdad que en la religión católica dice eso, que los matrimonios entre las personas del mismo sexo no se permiten, pero también dice que nosotros no debemos juzgar a nadie, y, pues, si nosotros no queremos estar juzgando a nadie, allá ellos, ellos pueden hacer lo que ellos quieran con sus vidas, cada cual puede hacer lo que quiera con su vida, pero trae consecuencias”, declaró el católico practicante, quien no es el único que piensa así. Los católicos nominales expresaron que no estaban en contra de los matrimonios para personas del mismo sexo, ya que es un derecho de cada persona, pero que esperan un respeto mutuo entre los poderes que rigen nuestra isla: la Iglesia y el estado. Añadieron que debido a que existe la separación entre la Iglesia y el estado, la decisión para unir en matrimonio a personas homosexuales de cada uno de estos poderes debe ser individual. Sienten que el estado no puede obligar a la Iglesia a casar personas del mismo sexo, al igual que la Iglesia no puede prohibirle esto al estado. Uno de los nominales comentó que la verdadera razón para el matrimonio en sí es para recibir los derechos y beneficios que esta unión brinda, y que las personas homosexuales no estaban disfrutando de estos beneficios como ciudadanos. El no practicante dijo estar a favor de estos matrimonios; también, el excatólico se expresó de acuerdo con esta nueva enmienda, ya que le permite casarse bajo la protección de la ley sin temor a perder derechos. En cambio, el recuperado comentó que no cree en la homosexualidad y que cada cual debe enseñar e infundir lo que entiende que es correcto.
Por último, los sujetos reaccionaron al cambio de política de los uniformes escolares de las escuelas públicas. El excatólico expresó que un uniforme no cambia quién la persona es en esencia, sino que cambia la forma en que una persona se ve. El católico recuperado añadió que debe haber alguna manera de identificar a los “muchachitos”. El resto de los sujetos, excepto uno de los nominales, coincidieron en que es una política justa y totalmente a discreción de cada persona. El católico practicante añadió que, aunque a esas edades son muy jóvenes para saber lo que realmente quieren, si ellos quieren usar una falda o un pantalón: “¿Por qué no?”.
A pesar de que los sujetos tienen un trasfondo católico, como quieras se puede apreciar un poco de religión de cultura en sus maneras de pensar y sentir acerca de los problemas y situaciones sociales y cotidianos que suceden en Puerto Rico. Hay que entender que el catolicismo del siglo XXI no es el mismo que el catolicismo de las épocas más fundamentalistas de la religión, por ello los sujetos tienen pensares más liberales.
“Mi Iglesia lleva más de 2 mil años, desde que Jesucristo partió al cielo y dejó a Pedro como el primer Papa diciendo que él es la piedra angular de nuestra Iglesia, y sucesivamente han pasado todos los Papas hasta el que está hoy que se llama el Papa Francisco. La Iglesia católica, desde que Jesús la fundó, ha sido un nivel de controversia, de pelea, de disputa, siempre ha estado en un bochinche, siempre ha estado al ojo público, siempre están buscando la manera de hacer tropezar la Iglesia y llevamos más de 2 mil años; entendemos que ese es el pueblo de Dios, esa es la Iglesia que Jesús fundó... La realidad del caso es que es, fue y seguirá siendo un foco de atención para el enemigo y para las críticas y para todo lo demás”, así se expresó el católico recuperado acerca de la cobertura que les da los medios a los temas de la Iglesia católica. En general, los siete sujetos piensan que los medios, hasta cierto punto, censuran a la religión católica al darle poco espacio en los medios. El no practicante comentó que no hay cobertura de parte de los medios sobre esta religión, que lo que conocen es al Papa o los temas de escándalos debido a las violaciones sexuales de parte de los clérigos de la Iglesia. Entienden que es un tema delicado ya que la gente en los medios tiene sus propias creencias. El excatólico concluyó que los medios pueden exponer estos tipos de reportajes –relacionados a la Iglesia católica-, pero sin presentar lo que piensan en lo personal, como individuo o empresa, acerca de ello. El excatólico expresó que los escándalos religiosos son una situación triste tanto por lo que es, como por la cobertura generalizada que le dan los medios periodísticos. “¿Qué tal si alguien está buscando algo internamente, que no se siente completamente feliz; qué tal si alguna religión, por ejemplo, el catolicismo, es lo que les va a hacer sentir como que: ‘Okay, esto era lo que me faltaba y ahora que soy creyente puedo estar tranquilo conmigo mismo’, pero entonces al ver esas noticias se alejan, porque dicen: ‘Ay, yo no quiero que me pase esta situación, yo no quiero que esto sea así’ y como todo el mundo dice que en todas las iglesias y todas las religiones tal cosa es así pues yo pienso que están generalizando las cosas”. En el caso del católico recuperado, los protestantes le ofrecieron el ‘algo’ que le faltaba en su vida, pero cuando comenzó a tomar capacidad y ver la vida de otra manera todavía algo le faltaba, y lo ‘volvió’ a encontrar, esta vez por definitivo, en el catolicismo.
Se ha concluido con que lo mínimo que este 0.0000028017 % de la población católica exige al resto de la población de Puerto Rico es respeto, un respeto mutuo entre los católicos bautizados y las personas no bautizadas bajo el catolicismo. [4][5] Teniendo esto en cuenta, lo que los siete individuos tuvieron que decir acerca de lo que han escuchado a las personas de nuestra sociedad decir acerca del católico es apoteósico. Uno de los nominales comentó que las personas ven a los católicos como ridículos porque creen en algo que nunca han visto. “Si una persona practica una religión no debería venir otro a ponerte a dudar de lo que tú crees y tampoco te falte el respeto por las cosas que tú crees, porque están las personas que no creen en nada y cuando tu empiezas a hablar de Dios te dicen ‘Ay chico, ponte a analizar de la vida, eso no existe, eso es un mito, eso es abstracto’. Y yo ‘Mira si esa es mi creencia, tú no tienes que venir a ponerme a dudar de mi creencia’. Igual, si tú eres ateo, mira yo respeto que tú eres ateo, ¿tú no crees en nada?, que bueno, pero tú me tienes que respetar mi religión”, concluyó el católico nominal. Otro de los nominales comentó que la gente critica a otros por sus creencias sin conocer la religión. El recuperado añadió que ven al católico como los pagados, los que le rinden culto a estatuas de yeso, plástico o barro. Para el no practicante, las personas a su alrededor ya no creen en lo que es el catolicismo en estos momentos por cuestiones de falta de fe o porque ya no creen. El practicante comentó que la percepción que una persona tenga sobre los católicos depende de su crianza. Con este último comentario confirmamos lo que es la religión de cultura. ¿Qué tiene que ver la crianza de una persona con la religión de cultura? ¿Qué tiene que ver la percepción que una persona tenga de los católicos con su crianza?
No necesariamente toda la población puertorriqueña tiene alguna creencia religiosa, por ende, lo que se esperaría, como bien comentaron los entrevistados, es tolerancia religiosa de parte de las personas que creen en nada u otra cosa, no necesariamente religiosa. Estas personas que no tienen una religión en específico, sí tienen una religión de cultura, quieran aceptarlo a no. Por ejemplo, las decoraciones navideñas son una manera indirecta y subconsciente de demostrar la religión de cultura. Muchas de las decoraciones navideñas municipales incluyen figuras religiosas –cristianas-, al igual que muchas de las canciones navideñas hacen alusiones a figuras religiosas de la historia del catolicismo. La sociedad puertorriqueña no asocia estas decoraciones y canciones con la religión, sino que las ven como parte de su historia. Ellos no necesariamente las aceptan por tolerancia y respeto hacia los cristianos, sino que las adaptan a su vida como parte de la cultura festiva navideña de Puerto Rico. El licenciado Carlos Pérez clasifica esto como una catolicidad cultural –religión de cultura-; que son cosas de matriz católica que se utilizan como parte de la diversidad puertorriqueña y se podrían considerar como una aportación católica a la sociedad. El licenciado Carlos Ramos añadió que una vez estas prácticas se comiencen a ver como católicas la población puertorriqueña las comenzará a rechazar porque podría parecer que el estado está intentando imponer une religión a la sociedad puertorriqueña.
Teniendo esto en mente, evaluemos lo que algunos de los siete católicos tuvieron que decir sobre el católico y el catolicismo en Puerto Rico. En general, los que desearon comentar, piensan que el católico puertorriqueño es o muy vago o muy extremista. Uno de los sujetos que piensa que muchos de los católicos puertorriqueños llevan las cosas a los extremos. Por ello, otro de los sujetos añadió que el católico ve el catolicismo como la salvación para el puertorriqueño, ya que es una forma para expresar lo que sienten y les permite salir de la burbuja de la crisis en que están. Un último sujeto expresó que: “Generalizando, pienso que el catolicismo es una religión hipócrita en ciertos aspectos, como en el caso de que en vez de amar a todo el prójimo lo percibe como una crítica. El católico puertorriqueño en general debe aprender a no regirse completamente por la religión, porque sí se puede creer y se puede estar y vivir la religión como uno cree que debe ser vivida, pero también tienes que aprender a no juzgar demasiado a las personas que compartan otras opiniones o creencias, y aprender también del mundo alrededor de ellos, porque al estar viviendo tan metidos en la religión no se enteran de los cambios que están sucediendo en el mundo”.
La religión de cultura se ve reflejada en las conversaciones e interacciones que la gente tiene día a día. Un católico nominal contó que al hablar de una manera religiosa a una persona que no sigue el catolicismo podría llegar a animarla; al igual que el católico practicante, quien dijo que ha podido ayudar a las personas al motivarlos para que se superen y al brindarles consejos que la gente le ha comentado que los han seguido. Otro de los católicos nominales comentó que él entiende que Dios quiere que busquemos la felicidad, y añadió que él tiene fe en sí mismo, en lo que él es capaz de hacer. Describió la fe como una confianza a ciegas que uno tiene hacia una persona o ante uno mismo. La gente cree en Dios y no necesitan una prueba de su existencia, es como una intuición que dice que se puede lograr cualquier cosa. Sin embargo, otro de los nominales añadió que: “Como en todas las religiones, depende de quién te la lleve”. El católico recuperado mencionó que el reza para poder ayudar a las personas. “El que quiera criticarme, el que me quiera hacer daño conmigo no hay ningún problema, yo sé lo que estoy viviendo”. Todos afirmaron no conocer la perspectiva que sus amistades, conocidos y la sociedad tienen de ellos como personas católicas.
Aunque los sujetos no conocen lo que la sociedad piensa de ellos debido a sus prácticas religiosas algunos de ellos deciden expresar su creencia, mientras que otros no. Uno de los católicos nominales mencionó que expresa su religiosidad porque se a él le hace bien, tal vez a otra persona también. Los otros dos nominales no expresan su religiosidad o para no incomodar a la gente o porque no lo encuentran necesario. El católico practicante solo comparte sus creencias religiosas si se lo preguntan, pero eso no significa que esconda su catolicismo. Por otro lado, el no practicante encuentra que no es ético ni profesional estar compartiendo las creencias religiosas personales. El excatólico reclama que simplemente no tiene conversaciones que involucren tener que exponer posturas religiosas. El católico recuperado expresa públicamente su creencia católica porque gracias a eso es que él es quien es hoy día.
Para este trabajo monográfico he clasificado a siete sujetos como uno de cinco tipos de católicos objetos de estudio. En las entrevistas conducidas, los siete sujetos han expuesto los tipos de católicos que entienden que existen en la sociedad puertorriqueña. Entre los ‘nuevos’ tipos de católicos están: los que asisten semanalmente, los que asisten a veces, los que no van a misa, los raros, los que comparten con la comunidad, los que lo expresan en las redes sociales, los que comentan en los medios, los de mente cerrada, el católico normal, el fundamentalista, el hipócrita, los practicantes, los que dicen que son católicos pero no lo actúan, los que actúan como católicos pero no participan de la misa, los católicos por cumplir, los fieles, los que no creen, los apasionados – que rigen su vida alrededor de lo que dice la Iglesia católica-, los de mente abierta –quienes tienen opiniones a parte de lo que la Iglesia dice, pero respetan y aprueban los aspectos de la Iglesia, pero como quieras mantienen sus opiniones sobre la vida afuera de la Iglesia bien clara y no las mezclan-, el católico ferviente –que va al pie de la letra-, el católico liberal, el de domingo y el católico que pelea y defiende su religión. Por lo visto, los sujetos tienen una gran variedad de nombres para clasificar a los católicos de Puerto Rico, cuando se pueden resumir en católicos practicantes, no practicantes, nominales, excatólicos y el católico recuperado, las clasificaciones utilizadas en esta monografía.
Habiendo mencionado las clasificaciones que los sujetos brindaron para clasificar al católico puertorriqueño, ellos mismos se describieron como católico a través de toda la entrevista. Tanto los nominales como el católico practicante intentan ser una buena persona con los ciudadanos de la sociedad, ser buenos con uno mismo y amar a Dios. Todos los días tratan de hacer las cosas para el bien común y buscar soluciones para todo el mundo. El excatólico siente que el creer o no, no tiene que ver con el destino y lo que uno hace en ese lugar. “Puedes ser el más religioso en una misa y después estar a insultando a todo el mundo a fuera”. Tratar de ser una buena persona sin importar el dónde. Como expresó el recuperado: “No importando qué, debemos mostrar nuestra creencia”, yendo de puerta en puerta para tocar la puerta del corazón de las personas.
Los siete entrevistados no pasaron la oportunidad para expresar sus pensares sobre el catolicismo o para dar consejos a la ciudadanía de la Isla. Los nominales pidieron que la población se educara –sobre el catolicismo-, para que traten de tener una mente más abierta y respeten para ser respetado. También, el practicante explicó que no deben tomar la Biblia literalmente, ya que todo en ella son interpretaciones e historias para entender la vida. El sujeto no practicante dijo que su fe es puesta a prueba cuando las personas hablan del tema y no encaja porque tienen creencias diferentes, y añadió que: “El catolicismo no resuelve los problemas de las personas”. El recuperado dijo que el quitar los himnos y las oraciones de la mañana en las escuelas es la desgracia del pueblo, porque: “Solo hay un Dios y hay que presentárselo a los niños. Los niños no van a conocer a Dios en la cárcel, aunque la Biblia sea lo primero que le den cuando llegan allí”.
“Dios es un tramposo porque él menea las fichas y las cartas a su manera. Dios para todo tiene un propósito, absolutamente para todo”, por eso el católico recuperado no le pregunta el porqué de las cosas a Dios, sino que le pregunta para qué; las cosas son al tiempo de Dios, y las recompensas son hermosas.
Conclusión
La religión de cultura no solo influye en la vida de la sociedad, sino que también influye en la vida de los distintos tipos de católicos. A pesar de que no todos admiran la religión católica de la misma manera e intensidad, todos los sujetos respetan lo que compone al catolicismo y esperan ese mismo respeto del resto de los ciudadanos tanto puertorriqueños como del mundo. Los sujetos aclararon off record que ser católico en esta sociedad, que tiene una cultura tan variada, es un poco tedioso porque las tentaciones se hacen más grandes. Lo que la religión de cultura representa es lo que uno de los católicos nominales comentó en entrevista: “Todos los días nosotros dudamos. Todos los que creen o no creen todos los días dudan. Ya seas ateo, vas a creer que ‘¿y si existe alguien?’, y si eres cristiano, ‘¿y si no existe nada?’. Todos los días tú dudas, y en realidad es necesario… eso es lo que te incita a buscar más y a aprender, ya sea para confirmar lo que tú crees o para irte en contra”.
El tema de la religión cultural y las personas que pertenecen a ella, en este caso los católicos, es un amplio tema de investigación. Aunque no cuento con los estudios teológicos e investigativos para realizar un trabajo de análisis, este trabajo puede ser la ventana a toda una serie de preguntas nuevas, o existentes, en relación a la religiosidad de un pueblo, en este caso el pueblo puertorriqueño.
¿Cómo puede aportar el catolicismo a la religión de cultura y viceversa? ¿Qué aporta el católico con su religión a la vida en convivencia con los no católicos? ¿Las resoluciones a las controversias sociales actuales deben ser calificadas como pecado porque la Biblia antes así o condenaba? ¿Cómo una persona que no es católica percibe realmente a un católico? ¿El clasificar a los católicos es saludable para su fe? Estas preguntas y más podrían verse contestadas y evaluadas en este escrito como en los que están por venir.
Concluyo con las definiciones que los siete entrevistados le dieron al término religión de cultura: una religión especifica en una cultura que se comparte en una sociedad, el cómo influye una religión en una cultura; es herencia, porque la religión es algo que está siendo transmitido a las personas y es un molde que una persona debe llevar en la cultura, es algo establecido, algo que se espera que tengas. La religión es algo enseñado, inculcado. La religión que tenemos desde la historia de nuestra cultura, la adoptamos; esa es la religión de todo el mundo, de la mayoría de la población. La cultura es basada en la religión, ya que la cultura se acostumbra a una religión y automáticamente se convierte en la religión que se practica en ese país – en este caso el catolicismo en Puerto Rico- y la gente empieza a juzgar a los que no practican esa religión porque esa es la religión por la cual se supone que todo el mundo esté, porque esa es la religión de la cultura.
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Referencias
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Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico
CONST. PR art. XIX, § 10
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[1] El número de la población que se utilizó para calcular el porciento de católicos en Puerto Rico fue obtenido de http://countrymeters.info/es/Puerto_Rico el 4 de diciembre de 2015. La cifra obtenida fue de 3 703 715 habitantes en la Isla.
[2] La suma de las edades es 155. Al dividir la suma entre 7, la edad promedio de los sujetos es de 22 años.
[3] Antes de la entrevista, todos los sujetos se autocalificaron como un tipo de católico.
[4] La cifra representativa en porciento es obtenida al dividir la cantidad de individuos en el estudio (7) entre la cantidad de católicos en Puerto Rico (2 498 443).
[5] A pesar de las distintas clasificaciones de católicos de cada sujeto, todos son llamados católicos debido a que los siete fueron bautizados bajo la Iglesia católica.
La palabra ‘religión’ se refiere al credo y al conocimiento dogmático de una entidad divina. Las religiones monoteístas son esas religiones que solo creen en la existencia de un solo Dios, un ser supremo, esa entidad divina de la cual se tiene un conocimiento dogmático. El cristianismo no solo forma parte de las tres grandes religiones monoteístas del mundo, sino que, también es la más practicada entre ellas. En un estudio conducido por el Pew Forum Research Center en el 2012, el cristianismo era practicado, aproximadamente, por unos 2 200 millones de personas o un 31 % de la población del mundo.
El catolicismo forma parte del cristianismo, aunque difieren en temas y formas de creencias. El catolicismo fue la religión que Dios, a través de su hijo Jesús, dejó en la tierra para que la humanidad se salvara con la muerte y resurrección de su hijo. Actualmente hay 1 254 millones de católicos en el mundo, que representan un 17 7 % de la población mundial, (Anuario Pontificio, 2015). En Puerto Rico, hay un total de 2 498 443 católicos, un 67 % de la población, que se pueden dividir en cinco “grupos” o “tipos” de católicos: practicantes, nominales, no practicantes, recuperados o excatólicos.[1] Un católico practicante es aquel que asiste regularmente a misa; un nominal, a veces; el no practicante, nunca. Un católico recuperado es aquella persona que antes de practicar el catolicismo pertenecía a alguna otra religión, culto o creencia, o que practicaba el catolicismo, lo abandonó y eventualmente regresó a ella. Un excatólico, como dice la palabra, es aquella persona que practicaba el catolicismo y ahora pertenece a alguna otra religión, culto o creencia.
Objetivos
El objetivo de esta investigación monográfica es entender la religión de cultura y ver cómo los católicos se adaptan a ella. También, parte de los objetivos de este trabajo es que sea de interés a los periodistas, ya que, su trabajo es público (estado) al igual que la religión (Iglesia), y al momento de redactar sobre un acontecimiento religioso se podría entrar en conflicto con el aspecto público noticioso si se utilizan términos que puedan confundir e incomodar a las personas o sacar de contexto las situaciones. Como último objetivo está el enriquecimiento personal y profesional del lector debido a que es un análisis universitario sobre el conflicto entre estos poderes públicos, que, de alguna manera u otra, rigen el estilo de vida del ciudadano puertorriqueño.
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Según el Diccionario de la Real Academia Española, la religión de cultura es un conjunto de las manifestaciones en que se expresa la vida tradicional de un pueblo. Debido a que estaré estudiando la religión de cultura en Puerto Rico la definición se centrará en las manifestaciones y la vida tradicional religiosa del pueblo de Puerto Rico.
Nuestra constitución, la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, comienza y culmina sus exposiciones de manera religiosa, ya que lee en la tercera línea: “puesta nuestra confianza en Dios Todopoderoso” y lee en la penúltima línea: “del año de Nuestro Señor”, ambas alusiones al Dios del catolicismo, religión pasada a los habitantes de la isla por los españoles tras la conquista española en 1492. Aunque en el primer artículo de la constitución no se establece una separación de Iglesia y estado, en el segundo artículo sí se establece la Carta de Derechos, donde se afirma que no se impondrá ninguna religión ni ley sobre las religiones, para no violar la dignidad del ser humano. Estas declaraciones fueron expuestas por el profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Carlos Ramos, en una conferencia titulada “Separación de Iglesia y Estado”. El licenciado Ramos comentó en entrevista que algunas frases religiosas han perdido todo el sentido cristiano y se han vuelto en exclamaciones culturales que no tienen un significado en específico. Por ejemplo, en algunos segmentos del programa televisivo Raymond y sus amigos se utilizan frases como “Ay Virgen Santa”, “Señor…”, “Dios mío…” y “Ay bendito…”, haciendo alusiones al Dios del cristianismo, indistintamente de una religión monoteísta en específico. También en la vida cotidiana de la población, la frase más popular es el “Ay bendito”. El párroco Carlos Pérez, que también participó del conversatorio “Separación de Iglesia y Estado”, clasificó estas frases como traducciones seculares de las intuiciones religiosas. Los usos de estas frases seculares exponen la religión que los puertorriqueños tienen como pueblo, una religión de cultura.
Para entender cómo la religión de cultura influye en la vida de los puertorriqueños católicos entrevisté a siete personas: tres católicos nominales, un católico practicante, un católico no practicante, un excatólico y a un católico recuperado. A todos los sujetos se les realizó la misma entrevista, aunque en algunas conversaciones se añadieron o eliminaron preguntas debido a ciertas contestaciones o reacciones de los sujetos.[2] A continuación, los resultados y conclusiones de las entrevistas.
Todos los sujetos fueron nacidos y criados en hogares católicos, por ende, practicaron el catolicismo toda su niñez. Cuando fueron creciendo, fueron aprendiendo, preguntando y desarrollando su propio pensamiento crítico sobre la religión y tomaron las decisiones que los llevaron a ser el tipo de católico que son hoy.[3]
Algunos de los entrevistados compartieron sus perspectivas sobre el catolicismo, diciendo que lo veían como algo que era obligado, que no sabían lo que era, aunque mientras iban creciendo, iban aprendiendo más acerca de la religión católica También, veían el catolicismo como algo que no se podía cambiar y que se tenía que aceptar tal y como era. Tenían una perspectiva dogmática, lineal. En conclusión, en palabras del católico recuperado: “Era todo lo mismo, no tenía sentido”. Uno de los católicos nominales no pudo expresar en palabras su perspectiva actual del catolicismo, dejando ver que no tiene una perspectiva actual concreta. El sujeto no practicante comentó que el catolicismo siempre ha sido algo que admira desde lejos ya que cree que hay mucho nebuleo dentro de la religión. El excatólico dijo que nunca tuvo una perspectiva clara del catolicismo porque nunca se educó lo suficiente para saber lo que era el catolicismo en sí, pero que como quieras le falta por aprender sobre la religión.
Todos los entrevistados coincidieron en que con tan solo respetar al prójimo se sentían bien como persona y que pensaban estar cumpliendo con una de las filosofías básicas del catolicismo: amar al prójimo como a sí mismo. Ninguno identificó sus actos como algo que sale de sí por su catolicismo, sino porque se identifican como un buen ciudadano que vive para respetar y ser respetado. Sin embargo, en el caso del católico recuperado, el sujeto expresa un sentimiento de servicio más fuerte hacia la sociedad y su comunidad.
En cuanto a la asistencia a misa, los tres sujetos nominales reclamaron no asistir a misa debido a que “no tienen tiempo”, aunque uno de ellos afirmó que hace oraciones diarias. El sujeto no practicante, simplemente no asiste a misa. El excatólico asiste a misa porque su familia se lo exige y ella todavía no está al tanto del excatolicismo del sujeto ni las razones del por qué ya no le interesa practicar esta religión. El católico recuperado, quien se alejó dela Iglesia católica y se integró -por siete años- a una iglesia Discípulos de Cristo a sus 16 años de edad, asiste dominicalmente a misa. Llegó buscando nada –en la iglesia protestante-, y consiguió participar de una sociedad juvenil activa, pero como quieras había un vacío, algo que le faltaba, y en la Iglesia católica encontró eso que le faltaba. El católico practicante no necesariamente asiste semanalmente a misa, pero participa de la pastoral juvenil de distintas parroquias y comunidades católicas. El sujeto añadió que siempre ha participado del catolicismo y decidió que esa era la religión a la que quería pertenecer. La seguía –la religión católica- porque su familia la seguía, pero esa es la religión que le gusta y le hace sentir cómodo, aunque tiene cosas con las que no está de acuerdo, tiene más cosas con las que se identifica que con las que no.
Durante los últimos meses, se han estado discutiendo y aprobando medidas de gran significado cultural para la sociedad puertorriqueña. Entre ellas, el matrimonio entre personas del mismo sexo, que con ello trajo una medida que permite que tanto los niños como las niñas de las escuelas públicas de la Isla utilicen falda o pantalón como parte de su uniforme de la escuela, y la nueva cantidad de cannabis que se puede transportar por orden administrativa. Los siete entrevistados tuvieron algo que decir al respecto de estas nuevas medidas, creando argumentos sobre estas medidas tomando en cuenta sus creencias católicas y culturales.
En relación a la reducción de prioridad que se les dará a las personas que carguen 6 gramos de cannabis o menos, según orden ejecutiva, :el excatólico no tuvo comentarios, ya que no fuma y no está al tanto de la nueva orden; el católico no practicante comentó que cada persona es responsable de sí mismo; dos de los nominales coincidieron en que el cannabis no debería ser ilegal, ya que es algo natural, que salió de la tierra –argumentando que es creación de Dios- y dos de ellos coincidieron también en que el cannabis tiene usos medicinales que podrían ayudaría a aliviar la situación económica del país, sin embargo uno de los católicos nominales añadió que los efectos del alcohol en el ser humano es más dañino que los efectos del cannabis; el católico practicante y el recuperado coincidieron en que con el cannabis pasará el mismo que con el alcohol, que como el alcohol era ilegal, la gente lo consumía por capricho o llevar la contraria, que una vez se legalice –si es que se llegase a legalizar-, probablemente, la criminalidad y la tasa de consumo de cannabis reduzca.
Los sujetos entrevistados también reaccionaron en cuanto al nuevo cambio a la Constitución de los Estados Unidos y a la Constitución del Estado Libre Asociado, debido a que fue declarado inconstitucional negarle el matrimonio a personas del mismo sexo. “Es verdad que en la religión católica dice eso, que los matrimonios entre las personas del mismo sexo no se permiten, pero también dice que nosotros no debemos juzgar a nadie, y, pues, si nosotros no queremos estar juzgando a nadie, allá ellos, ellos pueden hacer lo que ellos quieran con sus vidas, cada cual puede hacer lo que quiera con su vida, pero trae consecuencias”, declaró el católico practicante, quien no es el único que piensa así. Los católicos nominales expresaron que no estaban en contra de los matrimonios para personas del mismo sexo, ya que es un derecho de cada persona, pero que esperan un respeto mutuo entre los poderes que rigen nuestra isla: la Iglesia y el estado. Añadieron que debido a que existe la separación entre la Iglesia y el estado, la decisión para unir en matrimonio a personas homosexuales de cada uno de estos poderes debe ser individual. Sienten que el estado no puede obligar a la Iglesia a casar personas del mismo sexo, al igual que la Iglesia no puede prohibirle esto al estado. Uno de los nominales comentó que la verdadera razón para el matrimonio en sí es para recibir los derechos y beneficios que esta unión brinda, y que las personas homosexuales no estaban disfrutando de estos beneficios como ciudadanos. El no practicante dijo estar a favor de estos matrimonios; también, el excatólico se expresó de acuerdo con esta nueva enmienda, ya que le permite casarse bajo la protección de la ley sin temor a perder derechos. En cambio, el recuperado comentó que no cree en la homosexualidad y que cada cual debe enseñar e infundir lo que entiende que es correcto.
Por último, los sujetos reaccionaron al cambio de política de los uniformes escolares de las escuelas públicas. El excatólico expresó que un uniforme no cambia quién la persona es en esencia, sino que cambia la forma en que una persona se ve. El católico recuperado añadió que debe haber alguna manera de identificar a los “muchachitos”. El resto de los sujetos, excepto uno de los nominales, coincidieron en que es una política justa y totalmente a discreción de cada persona. El católico practicante añadió que, aunque a esas edades son muy jóvenes para saber lo que realmente quieren, si ellos quieren usar una falda o un pantalón: “¿Por qué no?”.
A pesar de que los sujetos tienen un trasfondo católico, como quieras se puede apreciar un poco de religión de cultura en sus maneras de pensar y sentir acerca de los problemas y situaciones sociales y cotidianos que suceden en Puerto Rico. Hay que entender que el catolicismo del siglo XXI no es el mismo que el catolicismo de las épocas más fundamentalistas de la religión, por ello los sujetos tienen pensares más liberales.
“Mi Iglesia lleva más de 2 mil años, desde que Jesucristo partió al cielo y dejó a Pedro como el primer Papa diciendo que él es la piedra angular de nuestra Iglesia, y sucesivamente han pasado todos los Papas hasta el que está hoy que se llama el Papa Francisco. La Iglesia católica, desde que Jesús la fundó, ha sido un nivel de controversia, de pelea, de disputa, siempre ha estado en un bochinche, siempre ha estado al ojo público, siempre están buscando la manera de hacer tropezar la Iglesia y llevamos más de 2 mil años; entendemos que ese es el pueblo de Dios, esa es la Iglesia que Jesús fundó... La realidad del caso es que es, fue y seguirá siendo un foco de atención para el enemigo y para las críticas y para todo lo demás”, así se expresó el católico recuperado acerca de la cobertura que les da los medios a los temas de la Iglesia católica. En general, los siete sujetos piensan que los medios, hasta cierto punto, censuran a la religión católica al darle poco espacio en los medios. El no practicante comentó que no hay cobertura de parte de los medios sobre esta religión, que lo que conocen es al Papa o los temas de escándalos debido a las violaciones sexuales de parte de los clérigos de la Iglesia. Entienden que es un tema delicado ya que la gente en los medios tiene sus propias creencias. El excatólico concluyó que los medios pueden exponer estos tipos de reportajes –relacionados a la Iglesia católica-, pero sin presentar lo que piensan en lo personal, como individuo o empresa, acerca de ello. El excatólico expresó que los escándalos religiosos son una situación triste tanto por lo que es, como por la cobertura generalizada que le dan los medios periodísticos. “¿Qué tal si alguien está buscando algo internamente, que no se siente completamente feliz; qué tal si alguna religión, por ejemplo, el catolicismo, es lo que les va a hacer sentir como que: ‘Okay, esto era lo que me faltaba y ahora que soy creyente puedo estar tranquilo conmigo mismo’, pero entonces al ver esas noticias se alejan, porque dicen: ‘Ay, yo no quiero que me pase esta situación, yo no quiero que esto sea así’ y como todo el mundo dice que en todas las iglesias y todas las religiones tal cosa es así pues yo pienso que están generalizando las cosas”. En el caso del católico recuperado, los protestantes le ofrecieron el ‘algo’ que le faltaba en su vida, pero cuando comenzó a tomar capacidad y ver la vida de otra manera todavía algo le faltaba, y lo ‘volvió’ a encontrar, esta vez por definitivo, en el catolicismo.
Se ha concluido con que lo mínimo que este 0.0000028017 % de la población católica exige al resto de la población de Puerto Rico es respeto, un respeto mutuo entre los católicos bautizados y las personas no bautizadas bajo el catolicismo. [4][5] Teniendo esto en cuenta, lo que los siete individuos tuvieron que decir acerca de lo que han escuchado a las personas de nuestra sociedad decir acerca del católico es apoteósico. Uno de los nominales comentó que las personas ven a los católicos como ridículos porque creen en algo que nunca han visto. “Si una persona practica una religión no debería venir otro a ponerte a dudar de lo que tú crees y tampoco te falte el respeto por las cosas que tú crees, porque están las personas que no creen en nada y cuando tu empiezas a hablar de Dios te dicen ‘Ay chico, ponte a analizar de la vida, eso no existe, eso es un mito, eso es abstracto’. Y yo ‘Mira si esa es mi creencia, tú no tienes que venir a ponerme a dudar de mi creencia’. Igual, si tú eres ateo, mira yo respeto que tú eres ateo, ¿tú no crees en nada?, que bueno, pero tú me tienes que respetar mi religión”, concluyó el católico nominal. Otro de los nominales comentó que la gente critica a otros por sus creencias sin conocer la religión. El recuperado añadió que ven al católico como los pagados, los que le rinden culto a estatuas de yeso, plástico o barro. Para el no practicante, las personas a su alrededor ya no creen en lo que es el catolicismo en estos momentos por cuestiones de falta de fe o porque ya no creen. El practicante comentó que la percepción que una persona tenga sobre los católicos depende de su crianza. Con este último comentario confirmamos lo que es la religión de cultura. ¿Qué tiene que ver la crianza de una persona con la religión de cultura? ¿Qué tiene que ver la percepción que una persona tenga de los católicos con su crianza?
No necesariamente toda la población puertorriqueña tiene alguna creencia religiosa, por ende, lo que se esperaría, como bien comentaron los entrevistados, es tolerancia religiosa de parte de las personas que creen en nada u otra cosa, no necesariamente religiosa. Estas personas que no tienen una religión en específico, sí tienen una religión de cultura, quieran aceptarlo a no. Por ejemplo, las decoraciones navideñas son una manera indirecta y subconsciente de demostrar la religión de cultura. Muchas de las decoraciones navideñas municipales incluyen figuras religiosas –cristianas-, al igual que muchas de las canciones navideñas hacen alusiones a figuras religiosas de la historia del catolicismo. La sociedad puertorriqueña no asocia estas decoraciones y canciones con la religión, sino que las ven como parte de su historia. Ellos no necesariamente las aceptan por tolerancia y respeto hacia los cristianos, sino que las adaptan a su vida como parte de la cultura festiva navideña de Puerto Rico. El licenciado Carlos Pérez clasifica esto como una catolicidad cultural –religión de cultura-; que son cosas de matriz católica que se utilizan como parte de la diversidad puertorriqueña y se podrían considerar como una aportación católica a la sociedad. El licenciado Carlos Ramos añadió que una vez estas prácticas se comiencen a ver como católicas la población puertorriqueña las comenzará a rechazar porque podría parecer que el estado está intentando imponer une religión a la sociedad puertorriqueña.
Teniendo esto en mente, evaluemos lo que algunos de los siete católicos tuvieron que decir sobre el católico y el catolicismo en Puerto Rico. En general, los que desearon comentar, piensan que el católico puertorriqueño es o muy vago o muy extremista. Uno de los sujetos que piensa que muchos de los católicos puertorriqueños llevan las cosas a los extremos. Por ello, otro de los sujetos añadió que el católico ve el catolicismo como la salvación para el puertorriqueño, ya que es una forma para expresar lo que sienten y les permite salir de la burbuja de la crisis en que están. Un último sujeto expresó que: “Generalizando, pienso que el catolicismo es una religión hipócrita en ciertos aspectos, como en el caso de que en vez de amar a todo el prójimo lo percibe como una crítica. El católico puertorriqueño en general debe aprender a no regirse completamente por la religión, porque sí se puede creer y se puede estar y vivir la religión como uno cree que debe ser vivida, pero también tienes que aprender a no juzgar demasiado a las personas que compartan otras opiniones o creencias, y aprender también del mundo alrededor de ellos, porque al estar viviendo tan metidos en la religión no se enteran de los cambios que están sucediendo en el mundo”.
La religión de cultura se ve reflejada en las conversaciones e interacciones que la gente tiene día a día. Un católico nominal contó que al hablar de una manera religiosa a una persona que no sigue el catolicismo podría llegar a animarla; al igual que el católico practicante, quien dijo que ha podido ayudar a las personas al motivarlos para que se superen y al brindarles consejos que la gente le ha comentado que los han seguido. Otro de los católicos nominales comentó que él entiende que Dios quiere que busquemos la felicidad, y añadió que él tiene fe en sí mismo, en lo que él es capaz de hacer. Describió la fe como una confianza a ciegas que uno tiene hacia una persona o ante uno mismo. La gente cree en Dios y no necesitan una prueba de su existencia, es como una intuición que dice que se puede lograr cualquier cosa. Sin embargo, otro de los nominales añadió que: “Como en todas las religiones, depende de quién te la lleve”. El católico recuperado mencionó que el reza para poder ayudar a las personas. “El que quiera criticarme, el que me quiera hacer daño conmigo no hay ningún problema, yo sé lo que estoy viviendo”. Todos afirmaron no conocer la perspectiva que sus amistades, conocidos y la sociedad tienen de ellos como personas católicas.
Aunque los sujetos no conocen lo que la sociedad piensa de ellos debido a sus prácticas religiosas algunos de ellos deciden expresar su creencia, mientras que otros no. Uno de los católicos nominales mencionó que expresa su religiosidad porque se a él le hace bien, tal vez a otra persona también. Los otros dos nominales no expresan su religiosidad o para no incomodar a la gente o porque no lo encuentran necesario. El católico practicante solo comparte sus creencias religiosas si se lo preguntan, pero eso no significa que esconda su catolicismo. Por otro lado, el no practicante encuentra que no es ético ni profesional estar compartiendo las creencias religiosas personales. El excatólico reclama que simplemente no tiene conversaciones que involucren tener que exponer posturas religiosas. El católico recuperado expresa públicamente su creencia católica porque gracias a eso es que él es quien es hoy día.
Para este trabajo monográfico he clasificado a siete sujetos como uno de cinco tipos de católicos objetos de estudio. En las entrevistas conducidas, los siete sujetos han expuesto los tipos de católicos que entienden que existen en la sociedad puertorriqueña. Entre los ‘nuevos’ tipos de católicos están: los que asisten semanalmente, los que asisten a veces, los que no van a misa, los raros, los que comparten con la comunidad, los que lo expresan en las redes sociales, los que comentan en los medios, los de mente cerrada, el católico normal, el fundamentalista, el hipócrita, los practicantes, los que dicen que son católicos pero no lo actúan, los que actúan como católicos pero no participan de la misa, los católicos por cumplir, los fieles, los que no creen, los apasionados – que rigen su vida alrededor de lo que dice la Iglesia católica-, los de mente abierta –quienes tienen opiniones a parte de lo que la Iglesia dice, pero respetan y aprueban los aspectos de la Iglesia, pero como quieras mantienen sus opiniones sobre la vida afuera de la Iglesia bien clara y no las mezclan-, el católico ferviente –que va al pie de la letra-, el católico liberal, el de domingo y el católico que pelea y defiende su religión. Por lo visto, los sujetos tienen una gran variedad de nombres para clasificar a los católicos de Puerto Rico, cuando se pueden resumir en católicos practicantes, no practicantes, nominales, excatólicos y el católico recuperado, las clasificaciones utilizadas en esta monografía.
Habiendo mencionado las clasificaciones que los sujetos brindaron para clasificar al católico puertorriqueño, ellos mismos se describieron como católico a través de toda la entrevista. Tanto los nominales como el católico practicante intentan ser una buena persona con los ciudadanos de la sociedad, ser buenos con uno mismo y amar a Dios. Todos los días tratan de hacer las cosas para el bien común y buscar soluciones para todo el mundo. El excatólico siente que el creer o no, no tiene que ver con el destino y lo que uno hace en ese lugar. “Puedes ser el más religioso en una misa y después estar a insultando a todo el mundo a fuera”. Tratar de ser una buena persona sin importar el dónde. Como expresó el recuperado: “No importando qué, debemos mostrar nuestra creencia”, yendo de puerta en puerta para tocar la puerta del corazón de las personas.
Los siete entrevistados no pasaron la oportunidad para expresar sus pensares sobre el catolicismo o para dar consejos a la ciudadanía de la Isla. Los nominales pidieron que la población se educara –sobre el catolicismo-, para que traten de tener una mente más abierta y respeten para ser respetado. También, el practicante explicó que no deben tomar la Biblia literalmente, ya que todo en ella son interpretaciones e historias para entender la vida. El sujeto no practicante dijo que su fe es puesta a prueba cuando las personas hablan del tema y no encaja porque tienen creencias diferentes, y añadió que: “El catolicismo no resuelve los problemas de las personas”. El recuperado dijo que el quitar los himnos y las oraciones de la mañana en las escuelas es la desgracia del pueblo, porque: “Solo hay un Dios y hay que presentárselo a los niños. Los niños no van a conocer a Dios en la cárcel, aunque la Biblia sea lo primero que le den cuando llegan allí”.
“Dios es un tramposo porque él menea las fichas y las cartas a su manera. Dios para todo tiene un propósito, absolutamente para todo”, por eso el católico recuperado no le pregunta el porqué de las cosas a Dios, sino que le pregunta para qué; las cosas son al tiempo de Dios, y las recompensas son hermosas.
Conclusión
La religión de cultura no solo influye en la vida de la sociedad, sino que también influye en la vida de los distintos tipos de católicos. A pesar de que no todos admiran la religión católica de la misma manera e intensidad, todos los sujetos respetan lo que compone al catolicismo y esperan ese mismo respeto del resto de los ciudadanos tanto puertorriqueños como del mundo. Los sujetos aclararon off record que ser católico en esta sociedad, que tiene una cultura tan variada, es un poco tedioso porque las tentaciones se hacen más grandes. Lo que la religión de cultura representa es lo que uno de los católicos nominales comentó en entrevista: “Todos los días nosotros dudamos. Todos los que creen o no creen todos los días dudan. Ya seas ateo, vas a creer que ‘¿y si existe alguien?’, y si eres cristiano, ‘¿y si no existe nada?’. Todos los días tú dudas, y en realidad es necesario… eso es lo que te incita a buscar más y a aprender, ya sea para confirmar lo que tú crees o para irte en contra”.
El tema de la religión cultural y las personas que pertenecen a ella, en este caso los católicos, es un amplio tema de investigación. Aunque no cuento con los estudios teológicos e investigativos para realizar un trabajo de análisis, este trabajo puede ser la ventana a toda una serie de preguntas nuevas, o existentes, en relación a la religiosidad de un pueblo, en este caso el pueblo puertorriqueño.
¿Cómo puede aportar el catolicismo a la religión de cultura y viceversa? ¿Qué aporta el católico con su religión a la vida en convivencia con los no católicos? ¿Las resoluciones a las controversias sociales actuales deben ser calificadas como pecado porque la Biblia antes así o condenaba? ¿Cómo una persona que no es católica percibe realmente a un católico? ¿El clasificar a los católicos es saludable para su fe? Estas preguntas y más podrían verse contestadas y evaluadas en este escrito como en los que están por venir.
Concluyo con las definiciones que los siete entrevistados le dieron al término religión de cultura: una religión especifica en una cultura que se comparte en una sociedad, el cómo influye una religión en una cultura; es herencia, porque la religión es algo que está siendo transmitido a las personas y es un molde que una persona debe llevar en la cultura, es algo establecido, algo que se espera que tengas. La religión es algo enseñado, inculcado. La religión que tenemos desde la historia de nuestra cultura, la adoptamos; esa es la religión de todo el mundo, de la mayoría de la población. La cultura es basada en la religión, ya que la cultura se acostumbra a una religión y automáticamente se convierte en la religión que se practica en ese país – en este caso el catolicismo en Puerto Rico- y la gente empieza a juzgar a los que no practican esa religión porque esa es la religión por la cual se supone que todo el mundo esté, porque esa es la religión de la cultura.
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Referencias
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Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico
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[1] El número de la población que se utilizó para calcular el porciento de católicos en Puerto Rico fue obtenido de http://countrymeters.info/es/Puerto_Rico el 4 de diciembre de 2015. La cifra obtenida fue de 3 703 715 habitantes en la Isla.
[2] La suma de las edades es 155. Al dividir la suma entre 7, la edad promedio de los sujetos es de 22 años.
[3] Antes de la entrevista, todos los sujetos se autocalificaron como un tipo de católico.
[4] La cifra representativa en porciento es obtenida al dividir la cantidad de individuos en el estudio (7) entre la cantidad de católicos en Puerto Rico (2 498 443).
[5] A pesar de las distintas clasificaciones de católicos de cada sujeto, todos son llamados católicos debido a que los siete fueron bautizados bajo la Iglesia católica.